"Dios, ayúdame a reconocer la verdad acerca de mí mismo,
sin importar cuan bella sea.”
- Alan Cohen
Hace muchos años, me contrataron como consultor en una campaña publicitaria diseñada para incrementar el uso del cinturón de seguridad en el asiento trasero de los coches en el Reino Unido. El equipo creativo me mostró con orgullo una serie de horribles fotografías que habían reunido, y que mostraban personas mutiladas y fallecidas en accidentes que podrían haberse evitado si los pasajeros hubieran llevado puestos sus cinturones de seguridad.
Después ver todas las fotografías y escuchar sus comentarios, lo que tenía era una simple pregunta:
"¿Cuántos de ustedes, si no es que ya lo hacían antes, han empezado a utilizar el cinturón de seguridad trasero desde que empezaron a trabajar en esta campaña?
Para su vergüenza, ni uno levantó la mano. Toda la campaña fue desechada y el equipo regresó a la mesa de dibujo, donde lograron llegar a una propuesta mucho menos gráfica, pero mucho más eficaz.
Este es un ejemplo típico de algo que he notado desde el principio en mi trabajo- las intervenciones más poderosas suelen implicar una mínima cantidad de esfuerzo de mi parte. Cuando comencé a trabajar con el Dr. Richard Bandler al inicio de la era 2000 , compartí mi observación con él, preguntándole si él también notaba que los mayores cambios a menudo se daban al simplemente señalar lo obvio a las personas que de alguna manera estaban logrando pasarlo por alto, a veces incluso por años.
Él me miró con su característico gesto gruñón, pero luego su rostro se suavizó en una sonrisa de satisfacción.
"¿Por qué crees que llamé a mi primer libro "Lo Obvio Elusivo” (The Obvious Elusive) "?
Desde entonces, me he ido dado cuenta de que las vidas y las empresas se transforman más a menudo a través de discretos momentos de revelación interior - la visión repentina de algo que siempre ha estado ahí, pero que de alguna manera ha conseguido pasar desapercibido en medio del pensamiento de la gente .
Resulta útil reconocer este proceso tanto en lo personal como cuando estamos tratando de ayudar a otros. A nivel personal, nuestra vida cambia no por el hecho de que hagamos algo diferente, sino más bien debido a que logramos ver algo en el presente sin el filtro del pasado.
Del mismo modo, la razón por la cual nos es más fácil resolver los problemas de otras personas que los nuestros, es porque tenemos el lujo de poder ver sus vidas sin tener que vadear a través del laberinto de pensamiento personal que oscurece su visión de lo obvio elusivo.
Esto nos sugiere un camino muy diferente de desarrollo hacia el objetivo de una autoestima y un empoderamiento mayor/mejor/más fuerte. En lugar de tratar de ser una mejor persona, nos desprendemos de las ideas de lo que una "mejor persona" podría ser, hacer y tener, y nos concentramos en ver lo que ya es real y verdadero acerca de nosotros, los demás y la vida. Como alguna vez me dijo mi mentor George Pransky, "El camino hacia una vida mejor tiene más que ver con una obra de minería que con una de fabricación”.
Lo que he visto hasta este momento es que cuando se trata de ver la verdad sobre nosotros mismos, hay una buena y una mala noticia. La mala noticia es que, a final de cuentas, no controlamos el universo; la buena, es que somos el universo, está completo en nuestro interior y es infinito en nuestro potencial creativo.
Para comprobarlo tú mismo, sólo necesitas una mirada nueva acerca de quién y qué eres, una que esté libre de cualquier intento de arreglar, cambiar o mejorar lo que ves. En palabras de Franz Kafka:
"No necesitas salir de tu habitación. Permanece sentado a la mesa y escucha.
Ni siquiera escuches, simplemente espera, en silencio, quieto y solitario.
El mundo se te ofrecerá libremente para ser desenmascarado, no tiene otra opción.
Con todo mi amor,
Para acceder al texto original: https://www.michaelneill.org/the-elusive-obvious-895/
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